Panorama Latino.- La reciente suspensión de las negociaciones del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) en Ginebra, destinadas a crear un tratado internacional legalmente vinculante contra la contaminación plástica, abre una etapa de incertidumbre con importantes repercusiones económicas y ambientales.
Luego de 10 días de debate, en el que participaron 183 países y más de 2,600 actores, incluidos ministros, expertos y sociedad civil, no se logró consenso final. Las diferencias en temas clave como la regulación de la producción plástica, financiamiento, límites legales y sustancias químicas retrasaron el pacto, que seguirá pendiente hasta nueva fecha.
Los temas que quedaron pendientes de continuar en proceso de revisión son:
- Persistencia de la contaminación en suelos, ríos, aguas subterráneas y océanos, afectando ecosistemas marinos y terrestres.
- Aumento en la acumulación de microplásticos que llegan a la cadena alimentaria y al cuerpo humano, con riesgos sanitarios aún poco explorados.
- Dificultad para aplicar políticas estandarizadas que reduzcan la producción insostenible de plásticos y fomenten economía circular y reciclaje eficiente.
Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), recalcó que “la contaminación por plástico está en nuestro suelo, nuestras aguas y definitivamente en nuestros cuerpos”, por lo que el trabajo conjunto es indispensable.
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Consecuencias económicas de la falta de acuerdos
El impacto económico de la suspensión de la contaminación plástica incluye:
- Retraso en inversiones para tecnologías limpias y soluciones innovadoras en manejo de residuos, especialmente en países en desarrollo.
- Incremento de costos asociados a daños en sectores como pesca, turismo, salud pública y gestión de residuos.
- Obstáculos para definir mecanismos financieros globales que apoyen la transición hacia plásticos sostenibles y el cumplimiento normativo.
- Amplificación de desigualdades económicas, ya que países con recursos limitados enfrentan mayores dificultades para mitigar impactos de la contaminación plástica.
Este contexto dificulta la creación de empleo verde y fomenta economías lineales, basadas en producción y consumo irresponsable.
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Recuperando energías para retomar las negociaciones contra la contaminación plástica
El embajador Luis Vayas, presidente del CIN, expresó que la ausencia de acuerdo no debe ser motivo de desánimo: “Debemos renovar compromisos y mantener la energía para proteger el medio ambiente y salvaguardar la salud humana”.
La sociedad civil ha mostrado un rol activo e indispensable, con la participación de pueblos indígenas, jóvenes, recicladores y científicos que continúan presionando por soluciones urgentes.
El proceso iniciado en 2022 bajo mandato de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, busca cubrir todo el ciclo de vida del plástico, desde su producción hasta su disposición final.
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¿Qué sigue? La urgencia de mantener las negociaciones
Mientras las conversaciones se reprograman, la comunidad internacional debe priorizar:
- Impulsar normativas nacionales robustas para limitar producción de plásticos dañinos.
- Fomentar la inversión en economía circular y alternativas ecológicas.
- Promover transparencia y colaboración multisectorial para cumplir con objetivos ambientales y socioeconómicos.
- Incrementar la conciencia pública y activismo para sostener la presión sobre gobiernos y empresas.
La suspensión de las negociaciones representa un llamado a acelerar esfuerzos y consolidar alianzas para evitar un colapso ambiental y económico relacionado con la contaminación plástica.
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