Panorama Latino.- La revisión del T-MEC en 2026 se perfila como un catalizador del nearshoring en la región de Norteamérica. Esto, debido a que el proceso dará claridad a las reglas comerciales y favorecerá la llegada de más proyectos productivos a México, afirmó el director general de la American Chamber of Commerce (AmCham), Pedro Casas Alatriste.
Durante su participación en el más reciente episodio del pódcast Norte Económico, del Grupo Financiero Banorte, Casas indicó que las empresas estadounidenses mantienen confianza en el país.
Sin embargo, advirtió que será necesario resolver pendientes en seguridad, energía e infraestructura para capitalizar plenamente la oportunidad.
Además, el directivo señaló que 2025 no mostrará cifras alentadoras en crecimiento o inversión debido a la política arancelaria de Washington. Sin embargo, prevé que el escenario cambie en el mediano plazo.
Asimismo, afirmó que la revisión será más un proceso de ajustes que una renegociación profunda. Con ello, se ofrecerá mayor certidumbre a las cadenas de valor que sostienen al nearshoring en la región.
Calendario y expectativas del nearshoring
Según Casas, el calendario de la revisión ya está definido. Las consultas públicas en Estados Unidos deberán iniciar a más tardar el 4 de octubre de 2025. Posteriormente, el Congreso recibirá un reporte en enero de 2026.
Después, el 1 de julio de 2026 se llevará a cabo la revisión formal del T-MEC. En este marco, AmCham considera que se abrirán las condiciones para una nueva fase del nearshoring.
Por ello, el directivo llamó a que los tres países trabajen en resolver posibles violaciones o incumplimientos antes de la revisión, lo que permitirá llegar a ese momento con un acuerdo fortalecido.
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Factores que favorecen el nearshoring
Casas explicó que México se encuentra en una posición ventajosa frente a otros competidores globales. Mientras el arancel efectivo para el país es de entre 10% y 13 %, China supera el 40% y Brasil el 25%.
Asimismo, destacó que más del 60% de la reinversión de utilidades en México proviene de empresas estadounidenses, lo que refleja confianza en el país como destino de inversión.
Igualmente, subrayó que la guerra comercial entre Washington y Pekín ha reconfigurado las cadenas globales. Solo en los últimos seis años, México ganó dos puntos porcentuales en exportaciones hacia Estados Unidos.
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Retos estructurales para México
No obstante, el representante de AmCham advirtió que México debe atender pendientes estructurales si quiere capitalizar plenamente la nueva ola de nearshoring.
Entre los temas más urgentes mencionó la necesidad de fortalecer la infraestructura energética y logística, mejorar la gestión del agua y garantizar mayor seguridad pública.
Además, consideró fundamental avanzar en el Estado de derecho, ya que la certeza jurídica es indispensable para atraer y mantener las inversiones de largo plazo.
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Nearshoring 2.0: una oportunidad estratégica
Finalmente, Casas habló de un “nearshoring 2.0” que llegará tras la revisión del T-MEC y la estabilización de las reglas arancelarias a nivel global.
En sus palabras, “en poco tiempo estaremos también hablando de un nearshoring 2.0 (…) Hoy en día lo que favorece a México son varias cosas, entre ellas su cercanía con Estados Unidos y su papel como principal socio comercial.”
Con ello, AmCham prevé que México se posicione como un aliado estratégico de Estados Unidos en sectores clave como semiconductores, inteligencia artificial y manufactura avanzada.
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– ND