En un nuevo episodio de la creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China, el gobierno de Hong Kong anunció la suspensión parcial de su servicio postal hacia territorio estadounidense, en respuesta a los recientes aumentos de aranceles impulsados por la administración de Donald Trump.
A través de un comunicado emitido este miércoles, las autoridades hongkonesas expresaron su rechazo a la decisión del presidente estadounidense de revocar la exención conocida como “de minimis”, que permitía la entrada libre de impuestos de envíos postales con un valor de hasta 800 dólares. Esta medida, que afectaba principalmente a paquetes provenientes de Hong Kong y China, fue calificada por el gobierno local como “abusiva” e “irrazonable”.
“El público en Hong Kong debe estar preparado para pagar tarifas exorbitantes e injustificadas debido a estas acciones unilaterales de Estados Unidos”, señala el comunicado oficial.
Como resultado, Hongkong Post dejará de aceptar paquetes marítimos con destino a Estados Unidos de forma inmediata, mientras que la suspensión del servicio aéreo entrará en vigor el próximo 27 de abril. Los envíos postales que contengan exclusivamente documentos, como cartas, no se verán afectados por la restricción.
Esta medida implica que tanto ciudadanos como empresas en Hong Kong deberán recurrir a servicios de mensajería privados —como FedEx o DHL— para el envío de paquetes, lo que incrementará los costos de envío, sumándose a los nuevos gravámenes estadounidenses.
La administración Trump justificó los cambios en la política arancelaria argumentando que el sistema de exención estaba siendo utilizado por minoristas para evadir impuestos de importación y controles aduaneros. En consecuencia, se estableció un nuevo esquema tarifario que eleva las tasas hasta un 120 % sobre paquetes de menos de 800 dólares, con efecto escalonado entre el 2 de mayo y el 1 de junio.
Durante décadas, Hong Kong se consolidó como un centro de comercio internacional abierto y de bajo costo, beneficiado por un estatus comercial especial con Estados Unidos que permitía un trato preferencial frente a otras regiones de China. Sin embargo, dicho estatus fue revocado en 2020, en medio de las crecientes tensiones geopolíticas y tras la imposición de una severa ley de seguridad nacional por parte de Beijing, que puso fin a una era de libertades políticas en la ciudad semiautónoma.