Panorama Latino.- Conocer cómo invertir después de los 50 es clave para establecer una estructura que permita sostener el bienestar a lo largo del tiempo, incluso cuando las condiciones laborales cambien o dejen de existir.
México atraviesa por un proceso de cambio en la distribución por edades de la población, al transitar de una población joven a una más envejecida. De acuerdo con información del Consejo Nacional de Población (CONAPO), hoy la edad media en el país es de 30.5 años y se proyecta que para 2050 sea de 43 años.
Asimismo, se prevé que para el 2070, el porcentaje de personas mayores sea de 34.2%. A esto se suma el incremento en la esperanza de vida, que se recuperó en 2024, alcanzando 75.5 años para el total de la población.
Lo anterior supone financiar, en muchos casos, más de dos décadas sin ingresos laborales activos. Este escenario incrementa la relevancia de planificar las finanzas personales para cubrir necesidades durante la etapa de retiro, señaló Credicorp Capital, en un comunicado.
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Cambios después de los 50
Llegar a los 50 implica un cambio estructural en el horizonte financiero. El tiempo para asumir riesgos se acorta, y es necesario enfocarse en cómo garantizar flujo de caja y autonomía en la etapa de retiro, explicó Luis Felipe Molina, especialista en inversiones de Credicorp Capital, en el comunicado.
“Invertir después de los 50 no debe centrarse en la búsqueda de rentabilidades altas a cualquier costo, sino en una estrategia más prudente y adaptada a la etapa vital. Esto significa priorizar la preservación del capital, asegurar ingresos constantes y mantener liquidez suficiente para responder a imprevistos”, agregó el especialista.
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Recomendaciones para invertir después de los 50
Credicorp Capital nos comparte seis claves para una estrategia de inversión después de los 50:
- Ajustar el perfil de riesgo: Reducir la exposición a activos volátiles y priorizar la estabilidad financiera. Esto, evitando fluctuaciones bruscas que puedan comprometer el patrimonio acumulado.
- Acortar el horizonte de inversión: Concentrar las decisiones en plazos más cercanos, con objetivos concretos. Estos objetivos tienen que estar alineados con la fecha prevista de jubilación.
- Proteger el capital: Optar por instrumentos financieros diseñados para conservar valor, minimizando la exposición a la incertidumbre de los mercados.
- Generar flujo de caja: Estructurar un portafolio que permita ingresos periódicos —por ejemplo, a través de intereses o dividendos— para suplir o complementar la pensión.
- Anticipar gastos médicos: Planificar de manera anticipada la cobertura de salud, un rubro que tiende a incrementarse significativamente en la vejez.
- Mantener la diversificación: Repartir inversiones entre activos seguros, líquidos y con beneficios fiscales para reducir riesgos y aprovechar oportunidades.
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En conclusión, invertir después de los 50, exige decisiones financieras alineadas con objetivos concretos y plazos definidos. No se trata de dejar de invertir, sino de invertir distinto. Esto es, con un enfoque en la sostenibilidad, el control del riesgo y la autonomía.
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-MG