Por Félix Leguízamo*
En 2025, México se consolidó como uno de los países más golpeados por el cibercrimen en América Latina. Frente a este escenario, los seguros cibernéticos han dejado de ser una póliza marginal para convertirse en una herramienta estratégica.
Cada día, miles de intentos de ataque se dirigen a empresas de todos los tamaños y sectores, desde bancos hasta manufactureras. Lo preocupante no es solo la cantidad, sino la sofisticación: phishing hiperpersonalizado con inteligencia artificial, deepfakes de directivos, ransomware automatizado y fraudes digitales que burlan incluso sistemas avanzados de seguridad.
Las aseguradoras más innovadoras ofrecen coberturas que van mucho más allá de pagar por daños a la infraestructura tecnológica. Hoy hablamos de pólizas que incluyen responsabilidad por manejo de datos personales, indemnización por pérdida de ingresos, cobertura de multas regulatorias, gastos de respuesta forense, asesoría en comunicación de crisis y hasta protección contra extorsión digital.
Te invitamos a leer: Los equipos de ciberseguridad enfrentan una era de ataques con IA
La evolución de los seguros cibernéticos
Otro cambio importante es que los seguros cibernéticos están evolucionando hacia un modelo híbrido que combina prevención y resiliencia. Para acceder a condiciones más favorables, las empresas necesitan demostrar que cuentan con defensas mínimas, lo que convierte al seguro en un catalizador de mejores prácticas. En lugar de ser un simple reembolso, se transforma en un incentivo para elevar el estándar de ciberseguridad de toda la organización.
La inteligencia artificial es ya un factor crítico en este mercado. La mayoría de las brechas recientes en México tuvieron algún componente impulsado por IA: campañas de phishing imposibles de distinguir de un correo legítimo, suplantación de voz en llamadas de extorsión y fraudes digitales basados en la clonación de identidades visuales. Si una póliza no incluye explícitamente estas amenazas, el directivo puede encontrarse con una desagradable sorpresa: estar protegido en papel, pero expuesto en la práctica.
Lo más alarmante es que, en promedio, las empresas tardan meses en detectar que fueron víctimas de un ataque y en contenerlo. Ese retraso multiplica los costos, incrementa la posibilidad de sanciones y puede frenar operaciones críticas. De ahí que las pólizas modernas ya contemplen asistencia inmediata, con equipos especializados que actúan en las primeras horas para reducir daños.
Te invitamos a leer: ¿Qué son los tiempos de espera en una póliza de seguros?
¿Por qué invertir en una póliza cibernética?
Para los empresarios y directivos, la reflexión es clara: los seguros cibernéticos ya no son un gasto adicional, sino un elemento central en la estrategia de continuidad de negocio. Igual que en su momento se volvió impensable operar sin seguros de responsabilidad civil o sin coberturas para instalaciones industriales, en la era digital resulta imprudente confiar en que las defensas tecnológicas bastan por sí solas.
Síguenos en Instagram: @revistapanoramalatino
Invertir en una póliza cibernética sofisticada significa proteger activos digitales, salvaguardar la reputación, garantizar la continuidad operativa y, sobre todo, demostrar responsabilidad frente a clientes, socios e inversionistas. La pregunta correcta ya no es si tu empresa necesita los seguros cibernéticos, sino si el que tienes realmente responde al mundo implacable en el que hoy vivimos.
Síguenos en Facebook: @PanoramaLatino
* Félix Leguízamo es broker de seguros especializado en riesgos corporativos con más de 15 años de experiencia en el sector.
LinkedIn: @felixleguizamo