Panorama Latino.- El cerebro consume hasta el 20% del total de la energía que requiere una persona, muestra el estudio Paying the brain’s energy bill publicado en ScienceDirect. Por lo tanto, una buena alimentación es importante para la salud mental de las personas, considera Angélica Díaz Aranda, gerente de Difusión Científica en Yakult, México.
Nuestro cerebro requiere de grasas saludables, proteínas, vitaminas y minerales para producir neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina, que regulan el estado de ánimo, el sueño y la concentración, señala el estudio.
El intestino y el cerebro se comunican a través del eje intestino-cerebro. Se trata de una conexión bidireccional mediada por el sistema nervioso y el nervio vago que regula funciones digestivas y la producción de neurotransmisores que influyen en el estado de ánimo y el apetito, señala Yakult en un comunicado de prensa.
“Algunas investigaciones demuestran que las personas que padecen estos problemas neurológicos tienen un desequilibrio en la microbiota intestinal, que ocasiona una inflamación, lo cual libera sustancias y hormonas que provocan hinchazón a nivel del cerebro debido a la regulación del eje hipotálamo-pituitaria-adrenal. Esto afecta la respuesta al estrés y aumenta el cortisol, que perjudica la función cerebral y el ánimo”, explicó Díaz Aranda.
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El estrés y la ansiedad afectan la salud mental
El estrés y la ansiedad afectan directamente al sistema digestivo, generando síntomas visibles y frecuentes. Hasta el 74% de la población ha experimentado niveles altos de estrés afectando a su sistema digestivo, señala el estudio Psychological disorders in gastrointestinal disease: epiphenomenon, cause or consequence? publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
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En México, gran parte de la población adulta sufre trastornos digestivos. Entre ellos se encuentran:
- Estreñimiento
- Reflujo
- Intestino irritable.
Factores como una buena alimentación, infecciones, emociones y estilo de vida influyen en su aparición. Por esto se investiga su impacto en la microbiota y en la movilidad intestinal, revela la Asociación Mexicana de Gastroenterología.
El estrés, la ansiedad y la depresión afectan la regulación del sistema digestivo. Esto agrava síntomas como el estreñimiento y el intestino irritable, debido a la comunicación entre el cerebro y los intestinos, explicó Enrique Coss Adame, miembro del Comité de Investigación de la Asociación Mexicana de Gastroenterología en ECOS Internacionales 2024.
Entre los problemas gastrointestinales crónicos más comunes en México destaca el síndrome de intestino irritable, que afecta al 20 % de hombres y mujeres, especialmente entre los 25 y 44 años. Se trata del grupo económicamente más activo y expuesto a altos niveles de estrés laboral y familiar, señala el Instituto Mexicano del Seguro Social en el estudio Diagnóstico y tratamiento del intestino irritable en el adulto.
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Una buena alimentación es la clave
Mantener una buena alimentación y una salud digestiva no sólo ayuda a prevenir problemas cognitivos, sino que también favorece la formación de nuevas neuronas y mejora el estado de ánimo, señaló el IMSS.
Asimismo, el Instituto indica acciones que contribuyen al bienestar mental y a la prevención de enfermedades neurológicas:
- Llevar una dieta balanceada
- Moderar azúcares y grasas animales
- Hacer ejercicio
- Tener buen descanso

Ante la importancia de cuidarse en la actualidad, Angélica Díaz Aranda, gerente de Difusión Científica en Yakult México compartió recomendaciones para tener una buena alimentación, considerada un pilar fundamental en la prevención.
1. Mantén una alimentación balanceada:
El cerebro necesita alrededor de 120 gramos de glucosa diaria para funcionar bien. Las proteínas son esenciales para conservar su estructura y funciones cognitivas. Las vitaminas, los minerales y los antioxidantes ayudan a protegerlo del envejecimiento.
2. Controla las porciones:
Consumir en exceso alimentos, especialmente los ricos en grasas saturadas o proteínas, puede causar inflamación tanto en el intestino como en el cerebro.
3. Incorpora fibra y probióticos:
Incluye frutas y verduras frescas, preferentemente con cáscara. También consume probióticos (como Lactobacillus casei Shirota) para mejorar la digestión, prevenir el estreñimiento y fortalecer la flora intestinal.
4. Mantente bien hidratado:
Se recomienda ingerir entre 1.5 y 2 litros de agua al día. Claro, la cantidad puede variar según la actividad física y las necesidades individuales.
5. Incluye alimentos ricos en omega-3 y colina:
El pescado, el huevo, las nueces, el pollo y los lácteos aportan grasas esenciales para la salud neuronal, ayudando a prevenir el daño oxidativo.
6. Modera la sal y el azúcar:
El consumo elevado de sal, azúcares, alcohol o medicamentos sin supervisión médica puede afectar negativamente la salud digestiva y general.
Así es como es posible mejorar nuestra salud mental teniendo una buena alimentación.
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