Por Arturo González *
El liderazgo de un director general (CEO) es uno de los factores clave que determina el éxito o fracaso de una empresa. En un entorno empresarial cada vez más competitivo y dinámico, la capacidad de adaptación, visión estratégica y habilidades de gestión son esenciales. Sin embargo, muchos líderes enfrentan desafíos constantes qué al no saber gestionarlos, frenan su desempeño y el de sus colaboradores y, por lo tanto, limitan el crecimiento de sus organizaciones. Identificar los errores comunes y trabajar en sus áreas de oportunidad puede marcar la diferencia entre un liderazgo efectivo y uno que genera estancamiento. En este artículo exploraremos las características del ADN del director general exitoso, los principales errores que deben evitarse y las recomendaciones para potenciar su liderazgo.
Los principales errores del liderazgo y áreas de oportunidad
Comencemos por el principio. Uno de los errores más frecuentes en la gestión directiva es la falta de visión estratégica. Muchos directores se concentran en la operación diaria, se ven inmersos en la operación del negocio y el día a día y las urgencias consumen todo su tiempo y talento y por ello, olvidan proyectar el futuro de la empresa. Esto genera una posición reactiva frente a cambios del mercado y reduce la competitividad y rentabilidad. La visión de negocio debe ser clara y compartida para así alinear la operación y el día a día al logro de objetivos a largo plazo, es decir, cambiar la mentalidad de resolver los problemas diarios por ejecutar acciones eficientes que den los resultados que buscamos.
Otro fallo crítico es el enfoque limitado. Algunos líderes se aferran a sus métodos tradicionales o mantienen una mentalidad cerrada, lo que impide innovar y adaptarse a las nuevas tendencias. La apertura a nuevas ideas y enfoques es vital para una gestión proactiva. Esta habilidad hoy por hoy es crucial si observamos que la tecnología, IA, etc. están rompiendo patrones convencionales de gestión empresarial y que vamos tarde en adoptar y adaptar nuestros modelos de negocio a esta nueva era.
La mala o falta de planeación también es una causa frecuente de fracaso. La ausencia de planes detallados y de seguimiento impacta en la ejecución de proyectos, genera costos elevados y reduce la efectividad del equipo. La planeación estratégica, con metas concretas y responsables claros, es fundamental para el crecimiento sostenido.
Además, la falta de autoconciencia y de habilidades blandas puede afectar la capacidad de liderar equipos, manejar conflictos y mantener una comunicación efectiva. Recordemos que el rol real del director general es liderar / dirigir, no delegar /ejecutar (que es lo que comúnmente se vive en las empresas de LatAm). Por eso las empresas van sobreviviendo en lugar de ir ganando terreno o creando una mejor condición a la actual.
Temas relevantes para mejorar el desempeño
Expandir la capacidad de delegar responsabilidades y confiar en el equipo permite al director general centrarse en aspectos estratégicos y en la innovación. Apoyarse en consejos consultivos para la toma de decisiones que además de acompañamiento dote de visión periférica, transparente y fresca de lo que está afuera de nuestro día a día.
Otra área clave es la gestión del cambio. Los líderes que planean y saben cómo gestionar y comunicar cambios organizacionales con claridad fomentan un ambiente de confianza y resiliencia.
El CEO debe tener muy claro su propósito de vida y su rol en la empresa es un vehículo que debe contribuir a que él(ella) logre su propósito, si él no está a 100% con su estilo y forma de vivir, seguramente tampoco lo estarán sus colaboradores, Ej. Si el es workaholic – trabajador compulsivo que invierte más de 14 hrs al día en su trabajo, seguro exigirá que su equipo lo sea, aunque no se requiera.
El liderazgo ético y la responsabilidad social son pilares que consolidan la reputación de los directivos y dan gran valor a la marca, por lo que el director general debe velar por consolidar una excelente reputación que inspire y motive al equipo y futuras generaciones que anhelen a aprender y colaborar con él.
Tips y recomendaciones
- Desarrolla una visión clara y comunícala eficazmente: Define el rumbo de la organización y comparte esa visión con tu equipo para alinearlos y motivarlos.
- Planifica con anticipación y establece metas alcanzables: Utiliza herramientas como OKRs o KPIs para monitorear el progreso y ajustar estrategias según sea necesario.
- Fomenta la innovación y el aprendizaje continuo: Asiste a conferencias, participa en redes empresariales y promueve una cultura de mejora constante.
- Practica la autoconciencia y prioriza tus habilidades blandas: Mejora tu inteligencia emocional, la empatía y la comunicación para fortalecer tu liderazgo.
- Delegar con confianza y fortalecer a tu equipo: Identifica talentos, capacítalos y confía en su autonomía para impulsar la eficiencia.
- Gestiona los cambios estratégicos con claridad: Comunica el propósito y los beneficios de los cambios para minimizar resistencias y generar compromiso.
- Busca asesoría profesional: No dudes en acercarte a un servidor para una consultoría personalizada. La asesoría externa aporta una visión objetiva, identificando áreas de mejora y diseñando estrategias efectivas para potenciar tu liderazgo.
Conclusión
El ADN del director general exitoso combina visión, enfoque, planificación y habilidades humanas. Reconocer los errores comunes y aprovechar las áreas de oportunidad permite a los líderes no solo sobrevivir en un mercado desafiante, sino también innovar y liderar con excelencia. La autoconciencia, la formación continua y la asesoría especializada son herramientas poderosas para perfeccionar el liderazgo y garantizar el éxito sostenido de la organización. Si deseas transformar tu estilo de liderazgo y potenciar el crecimiento de tu empresa, te invito a acercarte a un servidor para una consultoría que te permita descubrir y potenciar tu ADN de liderazgo.
* Arturo González es Business Hacker & Consultor empresarial
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