La crisis marcada por la violencia de las pandillas en Haití, que han asesinado a miles de civiles, se ha convertido en una prioridad de seguridad para el gobierno de Donald Trump. En respuesta, la administración estadounidense, en alianza con Panamá, ha propuesto al Consejo de Seguridad de la ONU la creación de una «Fuerza de Supresión de Pandillas» para combatir el crimen organizado en la isla caribeña.
Esta nueva misión, de 5,500 efectivos, tendría la capacidad de arresto y el uso de fuerza letal.
El plan también contempla la creación de una oficina de la ONU en Puerto Príncipe para asegurar el apoyo logístico y operativo, crucial para evitar demoras burocráticas que han obstaculizado la ayuda en el pasado.

Dudas y Oposiciones en la OEA
Paralelamente a las negociaciones en la ONU, la Misión de Estados Unidos en la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentó una propuesta para lograr el apoyo regional.
Sin embargo, este camino no está exento de obstáculos.
Te invitamos a leer: Creadores de contenido: se abre una nueva ruta para el lavado de activos
Países clave en la región, como Brasil, México y Colombia, han mostrado reservas sobre la agenda de la administración Trump y su intervención en asuntos internos de países latinoamericanos.
El secretario de Estado Marco Rubio y su equipo son conscientes del escepticismo, y una derrota en la OEA podría generar cuestionamientos sobre la relevancia geopolítica del organismo.
No obstante, el secretario general de la OEA, Albert Ramdin, podría buscar un consenso con países aliados como Argentina, Paraguay y Panamá para evitar una votación y una derrota pública.
Te invitamos a leer: IPN utiliza IA para mejorar la productividad del sector agrícola

El Rol de China y Rusia en la lucha contra pandillas en Haití
El éxito del plan en la ONU depende de la abstención de China y Rusia, lo que convierte a la diplomacia de la Casa Blanca en una «prueba de fuego.»
La tensión geopolítica con ambos países, que se oponen a la política exterior de Trump, hace que el resultado de la votación sea incierto.
La administración estadounidense espera que la urgencia de la crisis por pandillas en Haití sea suficiente para que Beijing y Moscú se abstengan de vetar la resolución.
El objetivo final de Washington es tener la nueva fuerza internacional operando antes de que concluya 2025, un plazo que evidencia la urgencia con la que Estados Unidos ve la situación en Haití.
**Fuentes consultadas: Council on Foreign Relations, Organización de los Estados Americanos (OEA), Prensa Asociada. Reuters, Naciones Unidas, OEA, Departamento de Estado de EE.UU.
– CGP
Síguenos en Instagram: @revistapanoramalatino
Síguenos en Facebook: @PanoramaLatino