Panorama Latino.- En México, los indicadores de bienestar muestran una paradoja difícil de ignorar. Por un lado, la mayoría de la población afirma sentirse satisfecha con su vida personal, su entorno familiar y sus logros individuales.
Al mismo tiempo, la percepción de inseguridad continúa siendo uno de los factores que más inquieta a la ciudadanía. Las calles, el transporte público y los espacios comunitarios son ámbitos donde el miedo suele estar presente.
Esto se refleja en los resultados del Módulo de Bienestar Autorreportado (BIARE) 2025 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que mide la satisfacción con la vida, el balance anímico y la percepción de propósito.
De acuerdo con el reporte, la población adulta urbana de México otorgó una calificación promedio de 8.6 puntos a su satisfacción con la vida, mientras que la satisfacción con la seguridad ciudadana alcanzó apenas 6.2 puntos.
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Satisfacción con la vida y balance anímico
En junio de 2025, el balance anímico general de la población adulta se ubicó en 5.4 en una escala de -10 a 10, lo que indica predominio de emociones positivas.
Sin embargo, 6.2 % de los entrevistados reportó un balance negativo, mientras que 59 % manifestó un balance positivo superior a cinco. El 34.8 % restante se colocó en un nivel intermedio.
Asimismo, se observaron diferencias de género y edad. Los hombres registraron un promedio de 5.7 en balance anímico, mientras que las mujeres alcanzaron 5.2. En el grupo de 18 a 29 años, las mujeres presentaron el nivel más bajo, con 4.6.
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Dimensiones de la satisfacción con la vida
El indicador de satisfacción con la vida incluyó la evaluación de 18 aspectos específicos. Las calificaciones más altas correspondieron a la libertad para decidir sobre la propia vida (9.1), la vivienda (8.9), las relaciones familiares (8.8) y la actividad principal realizada (8.8).
En contraste, los niveles más bajos se registraron en seguridad ciudadana (6.2), calidad del medio ambiente (7.2) y confianza en el país (7.5). Estos resultados reflejan que, aunque las personas valoran positivamente su entorno inmediato y sus relaciones personales, persiste preocupación por la seguridad pública y el contexto nacional.
También se detectaron brechas entre hombres y mujeres. En salud mental o emocional, los hombres reportaron 8.7 frente a 8.4 en mujeres; en salud física, 8.3 frente a 8.0.
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Inseguridad, el ámbito con mayor insatisfacción
Según el Inegi, 23.1 % de la población adulta declaró insatisfacción con la seguridad ciudadana, al calificarla con un valor menor a 5 en la escala de 0 a 10.
Además, 10.5 % expresó insatisfacción con el país en general, y 8.7 % con su situación afectiva. En contraste, más del 60 % reportó altos niveles de satisfacción en aspectos personales como familia y logros individuales.
Por lo tanto, el contraste entre la alta satisfacción con la vida y la baja calificación de la seguridad revela un desajuste entre el bienestar personal y la percepción del entorno social.
El módulo también midió la eudemonía, es decir, el sentido de propósito y realización personal. El enunciado con mayor nivel de acuerdo fue “soy una persona afortunada”, con 9.4 en promedio.
Igualmente, destacó el acuerdo con la frase “soy libre para decidir mi propia vida”, con 9.3 puntos. En contraste, el enunciado con menor nivel de acuerdo fue “la religión es importante en mi vida”, con 7.7.
Además, se observó que las mujeres otorgaron un valor más alto a la religión (8.1) frente a los hombres (7.3). En el extremo opuesto, las mujeres también reportaron mayor dificultad para sobreponerse cuando algo las hace sentir mal.
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– ND