El gobierno de Donald Trump prepara un importante operativo contra inmigrantes en Chicago, marcando una escalada en su confrontación con esta «ciudad santuario» que tiene liderazgo demócrata.
Fuentes cercanas a la planificación indican que el despliegue, programado para el 5 de septiembre, será de mayor escala que operativos de control migratorio y contará con personal de agencias como ICE y CBP.
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Este plan se produce después de que Chicago recibiera a miles de migrantes transportados desde la frontera sur por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en protesta contra la política de ciudades santuario.
La ciudad, junto con otras como Nueva York y Denver, ha visto cómo sus recursos se han estirado al límite tratando de gestionar la llegada de migrantes, situación que Trump ha capitalizado políticamente.
Implicaciones Políticas y Legales del Operativo contra Inmigrantes
El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, ha acusado a la administración Trump de «militarizar las ciudades» y de no coordinar con las autoridades locales.
La tensión se centra en las políticas de santuario de Chicago, que limitan la cooperación entre la policía local y las agencias federales de inmigración.
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Aunque la administración Trump intentó demandar a la ciudad y retener fondos federales en el pasado, estos intentos fueron bloqueados por jueces.
Legalmente, el operativo contra inmigrantes podría enfrentar desafíos.
Si bien las operaciones de inmigración están dentro de la autoridad ejecutiva del presidente, el uso de la Guardia Nacional bajo el Título 10 de la ley federal prohíbe su participación directa en actividades policiales.
Esta es una distinción clave de la situación en Washington D.C., donde el presidente tiene autoridad directa.
Expertos legales, como la profesora Rachel VanLandingham, han señalado que cualquier intento de militarizar Chicago de manera similar a Washington podría ser ilegal.
El modelo para este operativo es similar al de Los Ángeles, donde el Departamento de Seguridad Nacional ha realizado 5,000 arrestos desde junio.
Un alto funcionario del DHS afirmó que las operaciones buscan arrestar y deportar a «pandilleros, asesinos, pedófilos y violadores».
Aunque datos de ICE han mostrado que la mayoría de los arrestos no se relacionan con crímenes violentos, sino con violaciones migratorias.
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– CGP
